Sain Germain

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jueves, 31 de diciembre de 2009

INSTRUCCIÓN CONCERNIENTE AL SERVICIO

Por Nada. hija de Mars y por Saint Germain


El privilegio de servir a la humanidad es una gran bendición, pero el primero y más grande servicio divino es el de reconocer y aceptar plenamente a vuestra Poderosa Presencia YO SOY. Su Llama en vuestro corazón y su gloria por encima de vosotros.

Las ideas que del servicio se hace la gente son erróneas. Muchos actos considerados como servicio no son sino esclavitud impuesta por los sentidos de uno mismo o de los demás.


La realización de actos físicos para satisfacer o halagar los deseos o las necesidades del yo externo no es Servicio, no lo ha sido y no lo será jamás .


Os ruego que abandonéis esta falsa idea de Servicio, porque os digo francamente y en verdad que esto no es exacto. El primer Servicio para todo ser humano es la alabanza y la adoración del Yo divino. La Presencia de Dios en el corazón de cada individuo. Guardando constantemente la atención de la mente inferior sobre la Presencia YO SOY ésta llegará a levantar el entendimiento humano a la plena aceptación del Supremo-Poder Conquistador anclado en la forma humana que, después de todo, es divina.


Si en los servicios que queremos prestar a nuestro prójimo olvidamos guardar nuestra atención fija en nuestra Presencia YO SOY. Fuente del Amor Divino, entonces hemos perdido en gran parte nuestra energía.


Si todo nuestro tiempo está embargado por el trabajo, para satisfacer las necesidades de los sentidos y no se presta atención alguna al manantial, a la Presencia YO SOY que produce todo lo que tenemos necesidad, entonces hemos fallado en la finalidad de la existencia.


El único servicio real es el de guardar la atención sobre la Presencia YO SOY y aceptarla con tal firmeza que la mente exterior vibre al unísono con Ella. En este momento los actos de la vida cotidiana devienen con toda naturalidad el Servicio divino perfecto del momento presente.


De esta manera, el Gurú interior — La Presencia YO SOY— dirige la actividad exterior y el plan divino se cumple. Antes de haber recibido la Iluminación el yo externo desea mostrar sus capacidades. Pero todos estos afanes humanos están predestinados al fracaso y, bajo el choque producido por el hundimiento de sus vanas tentativas, el pobre yo humano se despierta y termina por mirar hacia lo alto, hacia el Manantial del Poder que había olvidado o voluntariamente rechazado.


Nuestro libre albedrío nos obliga a escoger entre los titubeos del intelecto o las directivas divinas de nuestra Gran Presencia YO SOY. Jamás la Presencia se impone. Espera Ella que la invitemos a tomar posesión de su Templo. Cuanta más alegría pongamos en la aceptación de nuestra Presencia YO SOY más rápidas serán las manifestaciones de su Poder. La aceptación de la Presencia debe ser firme.


Debe fijarse la atención en la Presencia todo el tiempo y con la intensidad suficiente para despojar al yo externo de todas sus pretensiones al poder. El yo externo no puede negar el hecho de que toda la energía que emplea, en general para crear sus propias desgracias, le es dada por la Presencia YO SOY.


Jamás permitáis que vuestras ocupaciones profanas os priven del tiempo necesario para comunicaros con vuestra Divinidad, sin compartir y con la suficiente duración para darse cuenta de que vuestra Presencia os guiará hacia el verdadero Servicio y os hará que hagáis lo que debe hacerse. Ahí tenéis la verdad en lo que concierne el verdadero Servicio; "No tendréis otros dioses que Yo. Tu Presencia YO SOY es el primer Mandamiento y el cumplimiento perfecto de le Ley".


Extracto del Discurso XX de Saint Germain:


Vuestra propia Divinidad debe tomarse en consideración ante todo. Conviene darle vuestra constante adoración. Este acto elevará vuestra consciencia al plano en que seréis fortificados y capacitados para prestar ayuda a millares de seres.


Ninguna acumulación de servicio da un provecho permanente, en tanto que la individualidad no ha aceptado primero y dado adoración a su propia divinidad, la Poderosa Presencia YO SOY. Los que desean servir a la Luz y hacer realmente el bien deben comprender esto primero.


Los estudiantes dicen: "Si yo tuviera dinero, cuánto Bien podría hacer". Es una ilusión.


Cuando la unión con la Presencia YO SOY se haya realizado vendrá para el servicio todo el dinero necesario y nada en el mundo puede impedirlo.