Sain Germain

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lunes, 20 de julio de 2009

Maestro Jesús

16 de Noviembre del 2006
Es importante y valioso que se aquieten, que calmen su corazón, su agitación. Que dejen venir el tiempo y el espacio; y los momentos y circunstancias que completan el plan, que sanan, que los despiertan. Cada uno se angustia, adelantándose a sus momentos y en el apuro se desalinean con su divinidad, pierden la sincronía y colapsan su vida. Calmen el corazón, controlen la ansiedad, confíen y vivan momento a momento, que es un tiempo divino pleno de bendiciones de amor para cada uno. Pregunta: Maestro, ¿Qué podemos hacer por los que nos rodean, por nuestro(s) país(es) (Chile)? Respuesta: Anclar la luz. Anclar la luz primero en sí mismos y en sí mismas. Ella, la luz irradia lo que se necesita en su entorno, en su comunidad, sus comunidades. La luz enciende su entorno como una chispa que se encadena, encadena los corazones uno a otro y pulsa la chispa que los va encendiendo. Anclen la luz, abran sus chacras, que cada uno en sí mismo es un vórtice, que cada uno en sí mismo es una rueda de energía, un núcleo de energía. Abran su corazón, aquiétenlo. Controlen las ansiedades, la mente inquisidora y abran su corona para recibir la luz y sean ese instrumento de luz que va a irradiar lo necesario para el plan divino en este tiempo. Somos nosotros que desde los reinos sutiles trabajamos en el plan; y ustedes colaboran en la fase que se materializa, donde la luz se materializa, donde enciende el amor en el corazón de sus hermanos, encendiendo primeramente el amor en su propio corazón. P: Con respecto a nuestro hogar - la Tierra- su naturaleza, con sus seres vivos, unido a ello también nuestros hermanos menores que son nuestras mascotas y todo ser viviente que hay sobre la tierra. ¿De qué forma podemos contribuir a otorgar un mejor bienestar? R: La Tierra a sí misma trabaja y se prepara. Ella es asistida y se alinea para sincronizar con el tiempo que toca a su fin, para el tiempo que se cumple. Ella se está movilizando, viaja en el cosmos y los lleva con ella hacia la luz. La Tierra se purifica. Todos juntos, ustedes con sus hermanos menores de la Tierra hacen un trabajo en comunión y en sincronía. Sean concientes de la Tierra que pisan. Disfruten de los frutos; disfruten de ella, de la belleza que les proporciona, de cada día; y de la gratitud y en el amor que guarden por ella y por sus hermanos menores en su corazón, en ese sentimiento que anclan en sí mismos está todo el trabajo que se requiere de cada uno. En ese amor, en esa gratitud, en ese estado de conciencia de cada día de la importancia de la madre Tierra y de sus hermanos, de los reinos menores. Y de ese modo, todos juntos avanzan, evolucionan en la elíptica hacia los reinos superiores. P: Maestro, Muchos de nuestros hermanos han desencarnado y sus familias, a pesar de comprender de cierta forma cual es lo trascendente, se nos acercan pidiendo consejo, luz. Incluso algunos de nuestros hermanos desencarnados al parecer quieren comunicarse con ellos. ¿Cuál es la palabra precisa, el consejo adecuado que debemos entregarles? R. Cada uno es apropiado que busque en su interior. Es un tiempo que les facilita energéticamente comunicarse desde diferentes dimensiones. Sus sentidos espirituales ya están más despiertos por lo tanto cada uno fácilmente puede acceder a una comunicación fluida con sus amores, y con sus propios guías. Es bueno que aquellos que sufren pérdidas busquen en su interior y sintonicen con la voz íntima, en la frecuencia íntima que los conectará con sus amados donde podrán comunicarse íntimamente. Igualmente aquellos desencarnados están siendo asistidos, guiados y tienen que avanzar hacia su propio trabajo evolutivo. Igualmente ellos necesitan soltar los apegos al mundo material y llevar el amor en su corazón libre de apegos para proporcionar fluidez en su propio trabajo, en su propio camino. P: Maestro, sabemos que en esta época la sombra de los seres humanos se hace cada vez más evidente. Sabemos también que hermanos nuestros nos sirven de espejo para nuestra propia sombra, ocasionando cosas que finalmente repercuten en el cuerpo físico, como malos deseos, etc. ¿Cómo enfrentar, cómo aceptar, cómo transmutar aquello que en la materia tal vez nos cause daño pero que sabemos que en el fondo nos impulsa hacia la luz? R: Abriendo su corazón hacia su sombra. Abrazando su sombra con amor, con aceptación, comprensión, compasión. La sombra ha sido dejada y apartada, negada y sin embargo ha permanecido en su lugar, precisamente porque es su lugar en el plan. Es el regalo, es la herramienta de trabajo, es quién les ha hecho posible conocerse, mirarse. Es la escalera, son los peldaños. Abrasen su sombra, de ese modo crecerán, serán íntegros, se conocerán. P: Maestro, así como muchos ya se han ido, muchos están naciendo. Sabemos, percibimos y sentimos que son grandes almas sabias y amorosas. Para los que vienen, los que vendrán, ¿Cómo podemos recibirlos, acompañarlos, amarlos? R: Haciendo su propio trabajo consigo mismo. Insisto, que están muy ansiosos, muy apurados y se van del ahora. Insisto que estarían muchos más encendidos, alineados y sincronizados si dejaran de apurarse y cuestionar su trabajo. El trabajo que se requiere de cada uno ahora, es interior y es personal. Si cada uno se concentra en su intimidad, se conecta con su yo superior y divino, se hace conciente de su origen, activa los poderes y los sentidos espirituales; esa será la forma en que estarán preparando el camino, el planeta, para los tiempos por venir y para las almas que están llegando. Están conectados en una red de energía. Esas almas, esos seres de luz que llegan al planeta irradian, en ese mar de energía su luz, compenetrándose unos con otros, facilitándoles a cada uno de los que están aquí contaminados, dormidos, que despierten. La red de energía se enciende en la luz, para facilitar el trabajo de ellos. Vayan a su interior. Hagan sus trabajos de luz. Hagan su propio trabajo personal. Aquiétense y escuchen su Dios que les habla en su corazón, a todos y cada uno. No demoren. Vayan hacia el interior, hagan su trabajo de silencio y enciendan el fuego del amor en su conciencia, en su ser, en su materia. Mi amor por ustedes es inconmensurable, es infinito. Somos uno con nuestro Padre. Estamos juntos unidos en su amor. No desfallezcan. –

Por Marisol Stevens

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